Viernes 1830 hs, calor colectivo repleto. Mal humor. Yo sentado en el fondo lo reconozco por su voz chillona. Saluda pregunta como estamos, dos o tres débiles voces contestan algo. 50 caras de orto lo rodeaban. Y allí empezó con su batería ininterrumpida de chiste-frase-magia-frase-refrán-chiste etc. Y arrancaron las primeras risas. “me canse de buscar mi media naranja y me puse esta media verde”.
El tipo disfrutaba, todos lo vimos. Al cerrar su show ya todo ese teatro ambulante estaba de su lado. Al pasar la gorra remata “empiezo por el fondo, el chofer sabe muy bien que me gusta que me den por atrás”. Ya había risotadas. Y el tipo disfrutaba, con haber dado vuelta 50 caras de orto.
El que no tenga ni 10 centavos lo voy a entender, pero solo le pido que al menos me guiñen un ojo. Me mató.
Terminó de juntar y seguía con su rutina. Ya no tennía porque. El publico y el dinero ya eran suyos. Y seguía, envalentonado y feliz.
Bajó del colectivo, y seguía gritando chistes desde abajo, no podíamos creerlo. El viejo al lado mío que al prinicipio le sacaba mano (“con tal de no laburar”), se ríe y me dice “ está loco, está loco”
Las almas superiores existen.
1 comentario:
que hermoso final.
que buen post amigo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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